Resumen de Manga y Anime
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Resumen de Manga y Anime
Manga
es la palabra japonesa para designar a la historieta. Se traduce,
literalmente, como "dibujos caprichosos" o "garabatos"; fuera del
Japón, se la utiliza exclusivamente para referirse a la historieta
japonesa. Hokusai Katsushika, un representante del ukiyo-e, acuñó el
término manga, al combinar los kanji correspondientes a informal (漫
man) y a dibujo (画 ga). El manga nace de una mezcla entre el ukiyo-e y
el estilo de secuencias occidental, y sólo tras la Segunda Guerra
Mundial, se convertiría, progresivamente, en lo que hoy conocemos. Al
autor de manga se le conoce como mangaka.
Hoy en día, el manga o historieta japonesa es en la actualidad el
estilo de historieta más influyente del mundo y constituye una parte
importantísima del mercado literario del país. El manga abarca todos
los géneros y llega a todos los públicos, motivando además adaptaciones
a distintos formatos: series de dibujos animados, conocidas como anime,
películas y series de imagen real, videojuegos o novelas.
El manga es una de las manifestaciones de la historieta. Si se
precisa su vinculación con el arte japonés, fue producto de una larga
evolución a partir del siglo XI. Desde un principio, se puede notar el
predominio de la simplicidad en los detalles y la armonía en la
composición.
Los primeros indicios del manga se desarrollaron con el Chōjugiga
(dibujos satíricos de animales), atribuidos a Toba no Sōjō (siglos
XI-XII), del que apenas se conservan actualmente unos escasos
ejemplares en blanco y negro.
Duranteel período Edo, el ukiyo-e se desarrolló con vigor, y
produjo las primeras narraciones remotamente comparables a los géneros
actuales del manga, que van de la historia y el erotismo a la comedia y
la crítica.
Hokusai instaló el uso del vocablo Manga en uno de sus libros,
Hokusai Manga, recopilado a lo largo del siglo XIX. Otros dibujantes,
como Gyonai Kawanabe, se destacaron también en ese período artistico.
Cuando comenzó la era Meiji, los artistas europeos se maravillaban
del ukiyo-e, gracias a la exótica belleza que transmitía. Con ello, los
inicios del manga moderno se debieron no sólo al esteticismo en el arte
del período Edo, sino a las influencias europeas, y más tarde
estadounidenses: sobre todo, con la introducción de las técnicas del
cómic.
Durante el siglo XIX, en plena transición de la era feudal a la
industrializada, fueron Charles Wirgman y George Bigot (ambos, críticos
de la sociedad japonesa de esos tiempos), quienes sentaron las bases
para el desarrollo ulterior del manga. Ambas personalidades fueron y
aún siguen siendo admirados por los mangakas, debido a su trascendencia
en el dibujo viñetístico japonés.
Al llegar el siglo XX, surgieron los precursores del manga actual,
en manos de los propios japoneses como Ippei Okomoto, Kiyochika Kayashi
y Rakuten Kitazawa. Todos ellos oficiaron de pioneros, difundiendo su
obra a través de publicaciones como Tokyo Puck (1905). No obstante, se
suele considerar a Tagosaku to Mokube na Tokyo Kenbutsu 『田吾作と杢兵衛の東京見物』
como el primer manga de la era moderna.
En 1988, gracias al éxito de la versión cinematográfica de Akira,
basada en el manga homónimo del dibujante Katsuhiro Otomo, publicado en
1982 en la revista Young Magazine de la editorial Kōdansha, el manga
empezó a difundirse internacionalmente a escalas jamás antes soñadas. A
finales de los años noventa, el manga influyó en las publicaciones de
los gigantes del cómic estadounidense Marvel Comics y DC Comics:
incluso fue contratado (sin mucho éxito) el mangaka japonés Kia Asamiya
para una de sus series bandera, Uncanny X-Men.
Pero el gran éxito que la producción japonesa Akira llevó a
Occidente no fue algo que se forjó de la noche a la mañana. Ya en los
años 1960 Osamu Tezuka había vendido los derechos de emisión de su
primera serie Astro Boy a la cadena estadounidense NBC consiguiendo un
éxito bastante notable de audiencia infantil. En los años setenta, le
sucedieron las series de animación Mazinger Z, Great Mazinger,
Grendizer, siendo esta última un estallido mediático en Francia, donde
se la conocería como Goldorak. Todas ellas se basaban en los cómics del
mangaka Gō Nagai, actual magnate de un imperio de distribución
editorial. En la década de los 80, empezaron a destacarse series de
otra índole, como The Super Dimension Fortress Macross, conocida en
Occidente por Robotech, la revisión de Osamu Tezuka de Astroboy pero en
esta ocasión vuelta a filmar en color y con aires ya más modernos. A la
que se sumó la saga épica Gundam, basada en el cómic serie, sólo
superada en temporadas y episodios por la serie de animación
estadounidense Los Simpson de Matt Groening.
Uno de los autores más relevantes e importantes en el apogeo
mediático de finales de los ochenta y principios de los noventa, ha
sido el mangaka Akira Toriyama, creador de la famosa serie Dragon Ball
y de la serie Dr. Slump, ambas caracterizadas por su humor picante,
irreverente y absurdo. Tal fue el éxito de sus dos obras que en algunos
países europeos llegó a desbancar de las listas de ventas de historieta
al cómic estadounidense y a los cómics nacionales durante bastantes
años. Este fenómeno fue más marcado en España, donde en pocos años
Dragon Ball vendió tantos ejemplares, que se considera el tebeo de
origen extranjero más vendido en la historia del país. La revista
Shōnen Jump —en momentos puntuales, especialmente durante algunas
semanas que coincidían con episodios decisivos de la serie Dragon Ball—
llegó a aumentar su tirada semanal en 6 millones de ejemplares.
Al día de hoy el género del manga se ha consolidado en la sociedad
occidental debido al éxito cosechado durante las décadas pasadas.
Incluso fue imitado por autores europeos y estadounidenses, quienes
trataron de competir con la cuidada estética y los recursos visuales de
este género. La importancia del manga ha aumentado considerablemente,
dejando de ser algo minoritario en Occidente para constituirse en un
fenómeno comercial y cultural, en competencia directa con la hegemonía
narrativa estadounidense y europea.
Incluso la poderosa Disney ha apreciado las producciones japonesas
como producto comercial de calidad. Su distribuidora Buenavista obtuvo
los derechos de distribución en cine de las películas del estudio
Ghibli, del cual han salido muchas de las mejores obras que Japón ha
dado al mundo de la mano de Hayao Miyazaki. Su éxito ha sido muy
grande, tanto que la película de animación El viaje de Chihiro recibió
en el 2002 el Oscar de la Academia a la mejor película de animación,
premio que jamás una película japonesa de animación pudo ganar.
Las revistas de manga son publicaciones semanales o mensuales de
entre 200 y 900 páginas. En las revistas de manga concurren muchas
series distintas con entre 20 a 40 páginas por cada una en cada número
de la revista. A estas revistas se les conoce como "revistas manga" o
"revistas antológicas" y suelen ser impresos de baja calidad que rondan
entre las 200 y 850 páginas de longitud. Suelen ser publicaciones en
blanco y negro con excepción de la portada y usualmente algunas páginas
del comienzo. También contienen varias historietas de cuatro viñetas.
Si las series mangas resultan ser exitosas se les puede ver publicadas
por varios años.
Cuando una serie se ha publicado por un tiempo, los capítulos se
reúnen en tomos de (generalmente) unas 200 páginas (que recopilan 10 u
11 capítulos que han aparecido en la revista) conocidos como tankōbon.
El papel y las tintas son de mejor calidad, y quien haya sido atraído
por una historia concreta de la revista la comprará cuando salga a la
venta en forma de tankōbon. Recientemente han sido impresas versiones
"de lujo" para aquellos lectores que buscan un impreso de mayor calidad
y que buscan algo especial.
De forma orientativa, las revistas cuestan en torno a 200 o 300
yenes (algo menos de 2 o 3 euros) y los tankōbon cuestan unos 400 yenes
(3,50 euros).
Otra variante que ha surgido por la proliferación del intercambio
de archivos a través del Internet es el formato digital que permite la
lectura en un computador o similar; denominándose e-comic (al igual que
su hermano occidental, el comic). Los formatos más comúnmente usados
para ello son el .cbr y .cbz, que realmente son archivos comprimidos
(en rar y en zip, respectivamente) con imágenes en formatos comunes
(jpeg y gif sobre todo) en su interior. También se suelen distribuir
como imágenes sueltas o también en formato pdf o lit.
Algunas de las revistas de manga más conocidas son:
* Big Comic Original
* Shōnen Jump
* Shōnen Magazine
* Shōnen Sunday
* Ribon
* Nakayoshi
* Young Animal
* Shojo beat
manga antiguo
es la palabra japonesa para designar a la historieta. Se traduce,
literalmente, como "dibujos caprichosos" o "garabatos"; fuera del
Japón, se la utiliza exclusivamente para referirse a la historieta
japonesa. Hokusai Katsushika, un representante del ukiyo-e, acuñó el
término manga, al combinar los kanji correspondientes a informal (漫
man) y a dibujo (画 ga). El manga nace de una mezcla entre el ukiyo-e y
el estilo de secuencias occidental, y sólo tras la Segunda Guerra
Mundial, se convertiría, progresivamente, en lo que hoy conocemos. Al
autor de manga se le conoce como mangaka.
Hoy en día, el manga o historieta japonesa es en la actualidad el
estilo de historieta más influyente del mundo y constituye una parte
importantísima del mercado literario del país. El manga abarca todos
los géneros y llega a todos los públicos, motivando además adaptaciones
a distintos formatos: series de dibujos animados, conocidas como anime,
películas y series de imagen real, videojuegos o novelas.
El manga es una de las manifestaciones de la historieta. Si se
precisa su vinculación con el arte japonés, fue producto de una larga
evolución a partir del siglo XI. Desde un principio, se puede notar el
predominio de la simplicidad en los detalles y la armonía en la
composición.
Los primeros indicios del manga se desarrollaron con el Chōjugiga
(dibujos satíricos de animales), atribuidos a Toba no Sōjō (siglos
XI-XII), del que apenas se conservan actualmente unos escasos
ejemplares en blanco y negro.
Duranteel período Edo, el ukiyo-e se desarrolló con vigor, y
produjo las primeras narraciones remotamente comparables a los géneros
actuales del manga, que van de la historia y el erotismo a la comedia y
la crítica.
Hokusai instaló el uso del vocablo Manga en uno de sus libros,
Hokusai Manga, recopilado a lo largo del siglo XIX. Otros dibujantes,
como Gyonai Kawanabe, se destacaron también en ese período artistico.
Cuando comenzó la era Meiji, los artistas europeos se maravillaban
del ukiyo-e, gracias a la exótica belleza que transmitía. Con ello, los
inicios del manga moderno se debieron no sólo al esteticismo en el arte
del período Edo, sino a las influencias europeas, y más tarde
estadounidenses: sobre todo, con la introducción de las técnicas del
cómic.
Durante el siglo XIX, en plena transición de la era feudal a la
industrializada, fueron Charles Wirgman y George Bigot (ambos, críticos
de la sociedad japonesa de esos tiempos), quienes sentaron las bases
para el desarrollo ulterior del manga. Ambas personalidades fueron y
aún siguen siendo admirados por los mangakas, debido a su trascendencia
en el dibujo viñetístico japonés.
Al llegar el siglo XX, surgieron los precursores del manga actual,
en manos de los propios japoneses como Ippei Okomoto, Kiyochika Kayashi
y Rakuten Kitazawa. Todos ellos oficiaron de pioneros, difundiendo su
obra a través de publicaciones como Tokyo Puck (1905). No obstante, se
suele considerar a Tagosaku to Mokube na Tokyo Kenbutsu 『田吾作と杢兵衛の東京見物』
como el primer manga de la era moderna.
En 1988, gracias al éxito de la versión cinematográfica de Akira,
basada en el manga homónimo del dibujante Katsuhiro Otomo, publicado en
1982 en la revista Young Magazine de la editorial Kōdansha, el manga
empezó a difundirse internacionalmente a escalas jamás antes soñadas. A
finales de los años noventa, el manga influyó en las publicaciones de
los gigantes del cómic estadounidense Marvel Comics y DC Comics:
incluso fue contratado (sin mucho éxito) el mangaka japonés Kia Asamiya
para una de sus series bandera, Uncanny X-Men.
Pero el gran éxito que la producción japonesa Akira llevó a
Occidente no fue algo que se forjó de la noche a la mañana. Ya en los
años 1960 Osamu Tezuka había vendido los derechos de emisión de su
primera serie Astro Boy a la cadena estadounidense NBC consiguiendo un
éxito bastante notable de audiencia infantil. En los años setenta, le
sucedieron las series de animación Mazinger Z, Great Mazinger,
Grendizer, siendo esta última un estallido mediático en Francia, donde
se la conocería como Goldorak. Todas ellas se basaban en los cómics del
mangaka Gō Nagai, actual magnate de un imperio de distribución
editorial. En la década de los 80, empezaron a destacarse series de
otra índole, como The Super Dimension Fortress Macross, conocida en
Occidente por Robotech, la revisión de Osamu Tezuka de Astroboy pero en
esta ocasión vuelta a filmar en color y con aires ya más modernos. A la
que se sumó la saga épica Gundam, basada en el cómic serie, sólo
superada en temporadas y episodios por la serie de animación
estadounidense Los Simpson de Matt Groening.
Uno de los autores más relevantes e importantes en el apogeo
mediático de finales de los ochenta y principios de los noventa, ha
sido el mangaka Akira Toriyama, creador de la famosa serie Dragon Ball
y de la serie Dr. Slump, ambas caracterizadas por su humor picante,
irreverente y absurdo. Tal fue el éxito de sus dos obras que en algunos
países europeos llegó a desbancar de las listas de ventas de historieta
al cómic estadounidense y a los cómics nacionales durante bastantes
años. Este fenómeno fue más marcado en España, donde en pocos años
Dragon Ball vendió tantos ejemplares, que se considera el tebeo de
origen extranjero más vendido en la historia del país. La revista
Shōnen Jump —en momentos puntuales, especialmente durante algunas
semanas que coincidían con episodios decisivos de la serie Dragon Ball—
llegó a aumentar su tirada semanal en 6 millones de ejemplares.
Al día de hoy el género del manga se ha consolidado en la sociedad
occidental debido al éxito cosechado durante las décadas pasadas.
Incluso fue imitado por autores europeos y estadounidenses, quienes
trataron de competir con la cuidada estética y los recursos visuales de
este género. La importancia del manga ha aumentado considerablemente,
dejando de ser algo minoritario en Occidente para constituirse en un
fenómeno comercial y cultural, en competencia directa con la hegemonía
narrativa estadounidense y europea.
Incluso la poderosa Disney ha apreciado las producciones japonesas
como producto comercial de calidad. Su distribuidora Buenavista obtuvo
los derechos de distribución en cine de las películas del estudio
Ghibli, del cual han salido muchas de las mejores obras que Japón ha
dado al mundo de la mano de Hayao Miyazaki. Su éxito ha sido muy
grande, tanto que la película de animación El viaje de Chihiro recibió
en el 2002 el Oscar de la Academia a la mejor película de animación,
premio que jamás una película japonesa de animación pudo ganar.
Las revistas de manga son publicaciones semanales o mensuales de
entre 200 y 900 páginas. En las revistas de manga concurren muchas
series distintas con entre 20 a 40 páginas por cada una en cada número
de la revista. A estas revistas se les conoce como "revistas manga" o
"revistas antológicas" y suelen ser impresos de baja calidad que rondan
entre las 200 y 850 páginas de longitud. Suelen ser publicaciones en
blanco y negro con excepción de la portada y usualmente algunas páginas
del comienzo. También contienen varias historietas de cuatro viñetas.
Si las series mangas resultan ser exitosas se les puede ver publicadas
por varios años.
Cuando una serie se ha publicado por un tiempo, los capítulos se
reúnen en tomos de (generalmente) unas 200 páginas (que recopilan 10 u
11 capítulos que han aparecido en la revista) conocidos como tankōbon.
El papel y las tintas son de mejor calidad, y quien haya sido atraído
por una historia concreta de la revista la comprará cuando salga a la
venta en forma de tankōbon. Recientemente han sido impresas versiones
"de lujo" para aquellos lectores que buscan un impreso de mayor calidad
y que buscan algo especial.
De forma orientativa, las revistas cuestan en torno a 200 o 300
yenes (algo menos de 2 o 3 euros) y los tankōbon cuestan unos 400 yenes
(3,50 euros).
Otra variante que ha surgido por la proliferación del intercambio
de archivos a través del Internet es el formato digital que permite la
lectura en un computador o similar; denominándose e-comic (al igual que
su hermano occidental, el comic). Los formatos más comúnmente usados
para ello son el .cbr y .cbz, que realmente son archivos comprimidos
(en rar y en zip, respectivamente) con imágenes en formatos comunes
(jpeg y gif sobre todo) en su interior. También se suelen distribuir
como imágenes sueltas o también en formato pdf o lit.
Algunas de las revistas de manga más conocidas son:
* Big Comic Original
* Shōnen Jump
* Shōnen Magazine
* Shōnen Sunday
* Ribon
* Nakayoshi
* Young Animal
* Shojo beat
manga antiguo
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Fecha de inscripción : 08/08/2009
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